martes, 24 de diciembre de 2013

EL REFRANERO

       EL REFRANERO (3ª parte)  

"Saber refranes poco cuesta y mucho vale"

Con esta tercera parte dedicada al refranero doy por concluido este elenco dentro de los innumerables refranes que fueron llegando, y aún llegan, a mi poder. Algunos de los mismos pueden confundirse con "dichos populares" que no responden a lo que se pueda considerar refrán propiamente dicho. Sea el lector quien decida la diferencia qué es refrán y lo que no. Yo, por no dilatar más mis enrevesadas peroratas y no recibir reprimenda como la que don Quijote dio a su escudero Sancho, pongo punto y final a los refranes que por esta tierra antaño, y aún hogaño, son empleados. 

-No más refranes, Sancho -dijo don Quijote- pues cualquiera de los que has dicho basta para dar  a entender tu pensamiento; y muchas veces  te he aconsejado que no seas tan pródigo de refranes  y que te vayas  a la mano en decirlos; pero paréceme que es predicar  en desierto, y "castígame mi madre y yo trompógelas".

-Paréceme -respondió Sancho- que vuesa merced es como lo que dicen : "Dijo la sartén a la caldera: Quítate allá ojinegra". Estáme reprehendiendo que no diga yo refranes y ensártalos vuesa merced de dos en dos.

-Mira, Sancho- respondió don Quijote-: yo traigo los refranes a propósito  y vienen cuando los digo como anillo al dedo; pero tráeslos tú tan por los cabellos, que los arrastras y no los guías; y si no me acuerdo mal, otra vez te he dicho que los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios; y el refrán que no viene a propósito antes es disparate que sentencia. 

Miguel de Cervantes. El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. "El Quijote II", Cap. Sexagésimo séptimo.

     SENTENCIAS Y REFLEXIONES

Cien refranes, cien verdades.
Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.
La persona que es curiosa tiene un refrán para cada cosa.
Jamón cocido en vino, hace al viejo niño.
Quien langosta y caviar quiera, que afloje la billetera.
Quedarse como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando.
Quien lejos va a casar, o va engañado, o va a engañar.
Quien no se cansa, su ideal alcanza.
Quien ve romero y no lo coge, del mal que le venga no se enoje.
Jugador que se irrita no le cases con tu hija.
El mundo y sus atractivos, son botín de los más vivos.
Quien ayer peleaba sus doblones hoy se ve en la calle y sin calzones.
Quien carece de talento, echa siempre el mismo cuento.
Quien no quiere escuchar ruidos, que se tape los oídos.
En octubre, el enfermo que no se agarra, cae con la hoja de parra.
Octubre es un buen mes de historia y deja malas memorias.
No hay santo como san Bruno, que da ciento por uno.
Si quieres coger habas muchas, las sembrarás por san Lucas; y si bien, por san Miguel (29 de Septiembre)
De duelo se cubre, quien no sembró en octubre.
Octubre, las mejores frutas pudre.
Por San Atilano, la vendimia en la mano.
Por san Lucas, la níspola se despeluca.
Por san Augusto, el labrador pasa el susto.
Cuando San Galo llega la hora, la vaca en establo mora.
Ni tan adentro del horno que te quemes, ni tan afuera que te hieles.
No desdeñes consejo aunque seas muy sabio y viejo.
No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague.
Ni bebas agua que no veas, ni firmes cartas que no leas.
A cada cerdo le llega su San Martín.
Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer.
Más vale malo conocido que bueno por conocer.
Ama a quien no te ama, responde a quien no te llama, andarás carrera vana.
La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.
Quien espera, desespera y se cansa de esperar.
El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro.
Contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar.
No se pueden pedir peras al olmo.
Cuando el verano es invierno, y el invierno verano, nunca es buen año.
Con gente de mala casta ni amistad ni confianza.
Cabra que tira al monte, no hay cabrero que la guarde.
Con quien se va no se cuenta, tan siquiera se le mienta.
Cada puerta va bien en su quicio, y cada uno en su oficio.
Ausencia al más amigo, pronto lo pone en olvido.
Los caballos como las mujeres en manos de "tarugos" se echan a perder.
Cualquier hombre, hasta el más serio, antes cornudo que en el Cementerio.
Cada siete años se muda la condición, la costumbre y complexión.
Cada quien con su cada cual.
Cada uno extienda la pata hasta donde llegue la sábana
Para que le buscas tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro.
Jamón empezado, pronto mediado; jamón mediado, pronto acabado.
A quien madruga Dios le ayuda.
El vino poco, trae ingenio; mucho, se lleva el seso.
Un detalle vale más que mil regalos.
Un detalle vale más que mil regalos.
Fácil es reprender la vida ajena, para quien no la tiene buena.
Nunca te enamores de alguien cuando a ciencia cierta no sabes quien 
La avaricia y la ambición, congelan al corazón.
La buena suerte se pasa, y el saber se queda en casa.
Relámpago al oriente, agua al día siguiente.
La gratitud es virtud, mas de los desgraciados que de los afortunados. 
De casa alacrán, sal fuera!... y que pique donde quiera.
Fiado y bien pagado, no disminuye estado.
La casa, la mujer la hace o deshace.
La experiencia no anda a prisa, ni tampoco se improvisa.
La contrición del pecado, no repara el mal causado.
La ciencia no es para el borrego, ni las velas son para ciego.
Del agua vertida, nunca toda recogida.
A la mujer y la picaza, lo que vieres en la plaza.
Fruta de sequero, mejor que fruta de riego.
Si tu vecino te alaba y felicita, en algo te necesita.
Una hora de alegría, es un año de buena vida.
La alegría es gran medicina, pero no se vende en la botica.
Comida de aldeanos, sin manteles, pero mucho y sano.
La mejor almohada es una conciencia tranquila.
El comer como el bailar, no tiene más que empezar.
La bebida moderada, es salud para el cuerpo y alegría para el alma.
Muchos son los que cantan, pero pocos cantando encantan.
La ciencia siempre es decente, y la ignorancia insolente.
Nadie se fíe de hombre que nunca ríe, ni de hombre que siempre ría.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Quien bien ata, bien desata.
Come poco y cena más, duerme en alto y vivirás.
Quien  bien come y bien digiere, sólo de viejo se muere.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Antes se coge a un embustero que a un cojo, pues las mentiras tienen las patas cortas.
Dime con quien andas y te diré quién eres.
Donde se saca y no se mete, el fin se le ve.
El que roba a un ladrón, cien años tiene de perdón.
Lo que no se llevan los ladrones, aparece  por los rincones.
Mucho decir para poco hacer
Por la boca muere el pez.
Quien  bien ata, bien desata.
Quien mal anda, mal acaba.
Quien más alto sube, más grande se da el porrazo.
Más vale ser cabeza de ratón que cola de león.
No hay mal que por bien no venga.
Bicho malo nunca muere.
A Dios rogando y con el mazo dando.
De enero a enero, el dinero para el gobierno.
Más vale malo conocido que bueno por conocer.
Donde las dan las toman.
Cada maestrillo tiene su librillo.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Dime con quien andas y te diré quien eres.
Más vale un por si acaso que un si lo hubiera sabido..
Más vale un roto que un descosido.
A palabras necias, oídos sordos.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
El ojo del amo engorda al caballo.
El que tonto fue a la guerra tonto vino de ella.
El que con niños se acuesta, meado se levanta.
El melón y el casamiento son un acertamiento.
El que poco sabe pronto lo reza.
Al viejo y al bancal, lo que se le pueda sacar
Gente pobre no necesita criados.
Carta echada no puede ser retirada.
Más hace la raposa que la curiosa.
El que ganó y calló, hizo lo que debió.
A más años, más pecados.
Quien avisa ,no es traidor.
Cuando lluvia cae, agua anuncia.
A quien nada teme, nada le espanta
La malicia hace sucias las cosas limpias.
Día vivido, día perdido.
Fe y verdad, en el cielo se sabrá.
El deseo hace hermoso lo feo.
Buen cazador, mal labrador.
Quien a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.
Dime con quien andas y te diré quien eres.
Quien no se fía no es de fiar.
Más vale tener que desear.
Más hace el que quiere que el que puede.
Quien de joven no trabaja, de viejo duerme en la paja.
No es oro todo lo que reluce.
La riqueza por poco empieza.
Uno es rico con tres y otro con cien no lo es.
Un pobre estudiando y un rico durmiendo, éste va bajando y el pobre subiendo.
Lo que el agua trae, el agua lo lleva.
Cuando el río suena, agua lleva.
No por mucho madrugar amanece más temprano.
El que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame.
Asno que entra en dehesa ajena, volverá cargado de leña.
Caro compró el que rogó.
A mal tiempo, buena cara.
Jinete chico en caballo grande, una pulga sobre un elefante.
Los errores del que cura, con la tierra han cobertura.
Caminito comenzado, es medio andado.
El buen libro, de las penas es alivio.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Si a tu marido quieres matar, dale caracoles por San Juan.
Después de perdido el barco, todos son pilotos.
Después de la libre ida, palos  a la madriguera.
Donde fuego hubo, rescoldos (ascuas) quedan.
Canta el grillo, canta la rana, lo que no se haga hoy, se hará mañana