( "D. Quijote de la Mancha"-Miguel de Cervantes)
Mi señor don Diego de la Caparrota, bien recordará que prometidole había el hacerle llegar este bello romance en el que se narra lo que aconteciole a una hija que pedía limosna para poder sanar a su madre. Direle que fue en el convite de una boda donde pude oírselo a una mujer mayor, a la que apodan "La tía Porrona", mujer entrañable, pues ayudonos a muchos a llagar a este mundo, puesto que es de oficio partera.
No hará ni un mes que asistí a una boda de las que por aquí se celebran y de la que seguidamente doile sobrada cuenta. Direle, para empezar, que no son iguales todas las bodas, que las hay más pomposas y menos, con grandes calderas estofadas o de arroces, o bien, humildes y sencillas, dependiendo todo, claro está, del poder de cada uno. Las humildes mídense siempre por la cantidad de ruedas de dulces que en las mismas se den.
Fue esta una boda tirando a sencilla, pues no eran pudientes los novios, sino más bien de economía delgada y escasa. Y, como era de esperar, no celebrose tornaboda alguna.
Fue esta una boda tirando a sencilla, pues no eran pudientes los novios, sino más bien de economía delgada y escasa. Y, como era de esperar, no celebrose tornaboda alguna.
La ida y la vuelta a la iglesia hubo de hacerse a pie, no había otro medio, aunque aquella distaba un buen trecho. Así que regresamos, dirigimosnos a casa de la novia, donde tuvo lugar el convite, acomodándonos tanto en el interior, como en el exterior de la misma. Confiésole, don Diego, que no hubo allí la suerte de las Bodas de Caná ni pareciose tampoco aquello a las Bodas de Camacho el rico. Hubo primero garbanzos torrados acompañados por algunos porrones de vino, sucediéndole a los garbanzos tortas de las llamadas de Pascua, que por la mucha hambre y necesidad de nuestros estómagos eran devoradas en un santiamén. Y ni al cielo ni al suelo mírábamos, y ni tan siquiera se pestañeaba, engullendo todo cuanto por la mesa caía. Sucediéronle a éstas primeras tortas otras más que al igual que los garbanzos eran regadas con porroncillos de vino de garrafón y, si había suerte, algún trago de mistela, aunque ésta escaseaba, que en casa del menesteroso,... ya se sabe. Comprenderá vuesa merced que, aunque pobre, todo aquello era exquisito manjar para quienes no pasan de las tristes migas de panizo, un día sí y otro también, que las de trigo, a fe mía, pasan por ser un lujo.
Cuando las tortas tocaban a su fin, impacientemente ya aguardábamos las ruedas de dulces con la boca hecha agua por saborear lo que considerábamos divina delicia y, en llegando la primera, arreciaron los vítores de "¡VIVAN LOS NOVIOS!" ...y "¡VIVAN LOS PADRINOS!" y... hasta el de "¡ VIVA EL ACOMPAÑAMIENTO!".
Hubo algo más de mistela para mujeres y aguardiente para hombres. Mientras tanto, todos hablaban y reían en animado comadreo, comentábase todo, contábanse historias y decires miles y hasta en una apartada mesa, en la que solazábanse unos mozuelos, hacían éstos cábalas sobre la noche lujuriosa que esperaba a los novios, y entiendo que lo hacían porque una desazón libidinosa estaba insuflando sus cuerpos y sus mentes con desesperada ansia por algo que a su edad sólo en la imaginación les estaba permitido, pero que la realidad aún les negaba.
Llegó seguidamente el baile, siendo amenizado por dos músicos y una vieja gramola para los descansos. Los músicos, con violín y guitarra, cantaban y trovaban sin parar. Sucediéronse cientos y cientos de parrandas, malagueñas y sevillanas, creo que hasta el amanecer. De ellas remitole una que me pareció sumamente graciosa y que decía así:
¡ Malhaya quien me casó
con esta mujer tan fea,
que no la puedo sacar
donde la gente la vea!
Pero ni baile ni música sedujéronme, sino que fuieme a una minúscula chimenea en la que junto al chismorreo, se contaban chascarrillos, historias y ocurrencias que bien que me deleitaron y entretuvieron. Y fue allí donde la tía Porrona leyera un romance que a la sazón llevaba y que ahora remítole a su merced. Titúlase “LA CRUZ DE PIEDRA” y, a buen seguro, será muy de su agrado para añadir a todo lo que está acaparando para su mantenimiento y conservación.
Suyo siempre
El Candil de la Fuentecica
LA CRUZ DE PIEDRA
Pongan atención señores
que les vamos a explicar
este caso que ha ocurrido
cerca de Ciudad Real.
Con una joven muy bella
y un hombre sin corazón
que iba a cometer un crimen
pero la Cruz lo evitó.
En este citado pueblo
vivía una joven tan bella
que era admiración de todos
y de oficio costurera.
Llegó la fiesta del pueblo
y en el baile de verbena
un caballero muy rico
le pidió bailar con ella.
Y cuando estaban bailando
y la vio que era tan bella
le ofreció su corazón
su honor, su vida y riqueza.
Y la joven que ignoraba
la falsedad del amor
creída en sus juramentos
le entregó su corazón.
Vivieron un poco tiempo
con mucha felicidad
pero al fin llegó el momento
en que quedó abandonada.
Aquel hombre libertino
que se reía del amor
a todas juraba amarlas
y a todas abandonó.
Al poco tiempo la joven
dio a luz una hermosa niña
y lo mismo que a su madre
le pusieron Rosalía.
Esta joven la criaba
pensando en su triste sino
cómo decirle a su hija
su padre quién había sido.
Llegó la niña a cumplir
dieciocho años de edad
y su madre cayó enferma
de bastante gravedad.
La joven viendo a su madre
cada día ir a peor
y acabado su dinero
para su alimentación.
Los vecinos le ayudaban
en todo lo que podían,
pero también se cansaban
de darle todos los días.
Al fin llegó el triste día
que no tenía ya qué darle
saliendo a pedir limosna
con que poder alimentarle.
Ha encontrado a un caballero
le pide con mucha pena
deme usted una limosnita
que tengo a mi madre enferma.
Cuando el caballero vio
aquella cara de cielo
le dice vente conmigo
que aquí no llevo dinero.
Ya que están fuera del pueblo
aquel corazón de lobo
pidió a cambio del dinero
lo que valía más que el oro.
Al oír lo que pedía
la joven se horrorizó
y cuál su deber sería
salvar su madre o su honor.
Al fin se dejó llevar
tan transida de dolor
porque salvar a su madre
fue primero y superior.
El traidor la llevó a un bosque
y cuando estaba en su interior
junto a una cruz de piedra
quiso hacer la ejecución.
Y cuando iba el infame
aquel hecho a cometer
siente una voz que le dice
criminal qué vas a hacer.
Aquel hombre descompuesto
tras de la Cruz siente hablar
mira que es tu misma hija
la que vas a deshonrar.
Aquel hombre enloquecido
con el semblante de muerte
coge en brazos a su hija
en un abrazo muy fuerte.
Vamos donde está tu madre
hija de mi corazón
a ver si puedo salvarla
para pedirle perdón.
Llegan corriendo a la casa
al ver la enferma en la cama
se arrodilló junto a ella
diciéndole estas palabras:
Perdona mujer querida
lo que te he hecho sufrir
hoy la mano del Señor
me ha traído hacia tí.
Vengan médico y cura
el juez y la autoridad
que hoy en mi arrepentimiento
contigo me voy a casar.
Y tú ya tienes riqueza
hija de mi corazón
pero perdona a tu padre
por ser un mal vividor.
Cuentan que viven felices
los tres en Gracia de Dios
gracias a aquel milagro
que la Cruz de Piedra obró.
Composición y letra: Francisco Martínez
Imprenta LOURDES
NOTA: se ha respetado fielmente el texto original.
GLOSARIO:
Pomposo: ostentoso, lujoso, suntuoso, grandioso.
Buen trecho: distancia o trayecto largo. Se refiere a un largo camino por recorrer.
Garbanzos "torraos": apócope de garbanzos "torrados", también "tostados". Es frecuente su consumo a modo de aperitivo pobre. Solía ser lo más abundante en las bodas en los tiempos de escasez económica.
Bodas de Caná: según narra S. Juan en su Evangelio fueron éstas unas bodas celebradas en Caná (Galilea) a las que Cristo asistió convirtiendo el agua en el mejor vino.
Bodas de Camacho: en el capítulo XX de "Don Quijote de la Mancha" relata Cervantes las bodas de Camacho el rico con el suceso de Basilio el pobre, y a las que acudieron D. Quijote y Sancho.
Torta de Pascua: son las tortas de aceite propias de la Navidad. Era uno de los escasos manjares en muchas de las bodas de esta zona.
Mistela: vino muy dulce, obtenido sin fermentación de la mezcla de mosto de uva y alcohol vínico. También puede puede obtenerse mediante aguardiente, agua, azúcar y otros ingredientes,como canela o hierbas aromáticas
Hacer cábalas: conjeturas. Suposición o juicio que se forma a partir de datos incompletos o supuestos
Parranda, malagueña, sevillana: conforman los tres bailes populares que se bailaban en esta comarca y otras limítrofes. Hoy son bailes en total decadencia.
Baile de verbena: baile típico de las fiestas populares. Suele hacerse al aire libre, en las plazas de aldeas y pueblos en fiestas veraniegas.
Libertino: licencioso, sensual, impúdico, obsceno, vicioso, libidinoso.
Triste sino: destino, azar, predestinación. en este caso se refiere a la mala suerte que se puede tener en la vida.
Mal vividor: mala persona que además es aventurero, aprovechado, abusador, parásito.
Izquierda: bodas de Caná Derecha: bodas de Camacho
Izquierda: llegada de los novios Derecha: gramola
Izquierda: baile Derecha: la Cruz de Piedra
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