"El corazón de la madre es el único capital del sentimiento que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad." (Montegazza)
Mi señor don Diego de la Caparrota, ruégole encarecidamente me disculpe al no haber dado aún respuesta a su última misiva en la que solicitábame le refiriese cuál sea el quehacer diario que por ahora nos ocupa, así como que le hiciese llegar alguna más de las múltiples historias, cuentos o romances que por aquí se cuentan. Respecto a esto último, direle que no son muchas las que últimamente llegan a mi, aunque ando siempre en el intento. Para su satisfacción enviole acompañando a ésta un romancillo que tuve la mucha suerte de adquirir a un ciego que lo cantaba en el mercado de Albox ha sólo dos martes. Y digole suerte porque fue el último papel que le quedara ya que se los quitaban de las manos y que por sólo un real lo pude conseguir. Es en los mercados donde circulan muchas de estas historias, donde las noticias corren, se manipulan o tergiversan, según intención o interés haya,... ¡venga usted a ver! Me fascina ir y, siempre que mi madre lo aprueba, no desaprovecho, por servirme sobre todo para ver el rostro de esa otra parte de la vida tan apasionante que se enciende al albor de cada martes y que se va apagando conforme la tarde cae. Considero el martes como el día más festivo de cuantos para mí se han creado.
Mi señor don Diego de la Caparrota, ruégole encarecidamente me disculpe al no haber dado aún respuesta a su última misiva en la que solicitábame le refiriese cuál sea el quehacer diario que por ahora nos ocupa, así como que le hiciese llegar alguna más de las múltiples historias, cuentos o romances que por aquí se cuentan. Respecto a esto último, direle que no son muchas las que últimamente llegan a mi, aunque ando siempre en el intento. Para su satisfacción enviole acompañando a ésta un romancillo que tuve la mucha suerte de adquirir a un ciego que lo cantaba en el mercado de Albox ha sólo dos martes. Y digole suerte porque fue el último papel que le quedara ya que se los quitaban de las manos y que por sólo un real lo pude conseguir. Es en los mercados donde circulan muchas de estas historias, donde las noticias corren, se manipulan o tergiversan, según intención o interés haya,... ¡venga usted a ver! Me fascina ir y, siempre que mi madre lo aprueba, no desaprovecho, por servirme sobre todo para ver el rostro de esa otra parte de la vida tan apasionante que se enciende al albor de cada martes y que se va apagando conforme la tarde cae. Considero el martes como el día más festivo de cuantos para mí se han creado.
Por lo demás, direle que como andamos por mayo, aparte de la rutina, la vida parece algo cambiada, pues se respira una vitalidad y un ánimo muy propios de tan alegre y resplandeciente mes. El pasado invierno mostrose tacaño en agua y se hace notar en el campo, pues la Naturaleza lo manifiesta, estando más desmejorada que otros años, pero, así y todo, el renacer de la misma refléjase por doquier.
Direle que este servidor suyo pronto dará fin a la escuela para poner rumbo a otras instrucciones más avanzadas y complicadas. Por un lado me asusta y pareceme una aventura difícil, pues nunca salí del lado de mi madre ni de este terruño en el que nos movemos, sin haber visto otro horizonte que aquel al que la vista alcanza, sin otro planteamiento que el de arañar cada día la tierra para sobrevivir o ir detrás de los cuatro animales que ayudan a esa supervivencia, y eso cuando todo no se pone en contra. Bien sabe su merced cuán difícil es salir adelante. A veces me pregunto de donde extrae mi madre el arrojo y la valentía para acometer esta aventura en la que yo me convertiré en protagonista. Y por otro lado ando ansioso porque llegue el momento y con el deseo de despedirme de la maestra y de los compañeros, pues allí creo que mayor es mi retroceso que mi avance.
Ahora poco más podría añadir sobre lo que ofrece el día a día, solo decirle que, como cada año, en llegando mayo se levanta en la escuela un gran altar abarrotado de flores, pues es el mes al que la maestra y la gente llaman mes de las FLORES. El tal altar se alza en un lateral de la clase, adornándolo y engalanándolo bellamente, presidido por una imagen de la Virgen. Al llegar la noche reúnese allí el vecindario de estas cortijadas y con cánticos varios, como "El venid y vamos todos..." y rezos se agasaja a la Virgen. Por lo que se observa, también sirve para el correspondiente comadreo, y a mozos y mozas para los oportunos cortejos y galanteos, y a los niños para echar aunque sólo sea un juego al escondite, siempre, claro está, que el rezo llega a su fin.
Poco más puedo contar a vuesa merced, sólo que pronto habremos de ir preparándonos para la siega y para la siempre socorrida tápena, que... ¡cuántas necesidades remedia! De todo lo que acontezca, tendrele informado más que de sobrado. Ahora aprovecho para hacerle llegar este bello romance de "EL HIJO DEL PENAL" que espero sea muy de su agrado.
Por siempre a su servicio
El Candil de la Fuentecica
EL HIJO DEL PENAL
En la provincia de Murcia
este caso sucedió,
con una honrada joven
en defensa de su honor.
Un mocito de aquel pueblo
de amores la pretendió,
y al ver que se hallaba en cinta
el traidor la abandonó.
Y para mayor desprecio
al momento se casó,
con otra chica del pueblo
llamada Resurrección.
Pero Isabel al saberlo
juró de vengar su amor,
y al poco de estar casado
le dio muerte a traición.
La cogieron prisionera
y ante el juez declaró,
que ella sólo lo matara
para vengar su honor.
La metieron en la cárcel
y al poco tiempo dio a luz,
una criatura hermosa
que a todo el mundo asombró.
De los brazos de su madre
el niño arrebataron
lo llevaron a la inclusa
y pronto lo bautizaron.
Como nació en la cárcel
en oscura soledad,
Joaquín le han puesto de nombre
y de apellido Penal.
Lloraba la pobre madre
llena de pena y dolor,
por aquel hijo querido
fruto de su corazón.
Llegó el día del juicio
y acudió ante el fiscal,
para escuchar la sentencia
la infeliz criminal.
Le piden pena de muerte
pero por intercesión,
de algunos magistrados
le concedieron perdón.
A treinta años de presidio
redujeron la sentencia,
y a la infeliz Isabel
la destinaron a Ceuta.
Al levantarse la Sala
llorando pide al fiscal,
que le enseñaran a su hijo
que lo quería besar.
Para complacer sus deseos
al niño fueron a buscar,
mientras que la pobre madre
no cesaba de llorar.
Cogió al niño entre sus brazos
y lo besó con cariño
y llorando amargamente
estas palabras le dijo:
"Hijo de mi corazón
que cruel es nuestro sino,
tú morirás en la inclusa
y yo moriré en el presidio.
En esta perdida vida
no nos veremos jamás,
pero en el cielo algún día
tu madre te abrazará."
Isabel pasó a presidio
para pagar su condena,
y con lágrimas de sangre
regaba su triste celda.
Años tras años pasaron
llenos de dolor y pena,
sin tener nunca un consuelo
para el tormento y la pena.
Al cumplir setenta y tres años
llegó un día de placer,
que recobró la libertad
la pobrecita Isabel.
Sin tener nadie de amparo
para su pueblo marchó,
y como a nadie tenía
a pedir se dedicó.
Entre los buenos cristianos
una limosna por Dios,
hallando en todos amparo,
caridad y protección.
Había un señor en el pueblo
que con frecuencia le daba
limosna todos los días
de una manera cristiana.
Quién será ese buen señor
decía la pobre anciana,
que tanto favor me hace
sin conocer mi desgracia.
Un día se puso a leer
un letrero de la casa
que dice: "Joaquín Penal,
notario de la comarca."
Al leer Joaquín Penal
quedó confusa y aterrada:
¿acaso será este mi hijo?
decía la pobre anciana.
Y llorando amargamente
le preguntó a la criada:
dígame, buena mujer,
el señor, ¿cómo se llama?
Joaquín Penal, contestó
enseguida la citada,
porque nació en la cárcel,
según la gente declara.
Al oír esto, la pobre
sin acuerdo se quedó;
"Ese es mi hijo, señora,"
llorando le contestó.
Estando en estas palabras
don Joaquín se presentó,
y al saber que era su madre
al suelo se desmayó.
Llenos de gozo y alegría
hijo y madre se abrazaron,
después de tan larga ausencia
por fin los dos se encontraron.
¡Madre de mi corazón!,
cuánto sufriste por mí;
no llores, madre querida,
que ahora serás feliz.
Tú vivirás a mi lado,
madre de mi corazón,
después de tan largos años
de martirio y de dolor.
Un banquete celebraron
en la casa de su hijo,
donde viven felizmente
llenos de amor y cariño.
AUTOR: anónimo
NOTA: se ha respetado el texto original tal y como aparecía escrito.
GLOSARIO:
Quitar de las manos: arrebatarle a uno algo de las manos por algún interés o motivo.
Por doquier: por todas partes, por todo lugar o sitio.
Terruño: comarca o tierra, especialmente el país natal. Trozo de tierra o lugar en el que nos movemos.
Mes de las Flores: era tradicional levantar un altar en el salón de la escuela durante todo el mes de mayo y hacer las tradicionales "FLORES". A una determinada hora de la tarde-noche se reunía el vecindario, se rezaba el rosario y se hacían cánticos en honor a la Virgen. Esa costumbre se perdió hace muchos años.
Tápena: El origen del término alcaparra proviene del griego caparis y del árabe alkabara, apareciendo referencias en textos antiguos sobre las propiedades curativas y gastronómicas de la planta. Aquí se denomina comúnmente "tapanera." En los tallos de la mata, que se extienden por el suelo, van creciendo pequeños capullos y antes de que florezcan se cogen, teniendo mayor valor cuando aún son más menudos. Las gentes le llaman "coger pelotas". La cosecha suele durar unos dos meses, empezando en mayo. Su valor supuso tradicionalmente una ayuda económica muy importante para las familias del campo.
Inclusa: también conocido como el hospicio, es una institución en la que se recogía y criaba a niños huérfanos o abandonados.
Izquierda: escuela Centro: "flores de mayo" Derecha: torno de inclusa
Izquierda: mujer en prisión Derecha: mata de tápena con flor