viernes, 6 de enero de 2012

GARBANCITO

“Sólo la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca.”  ( Johann C. F. von Schiller )

Del Candil de la Fuentecita a su protector don Diego de la Caparrota. Llegando que estamos al final de las fiestas navideñas, cuando ya todo apunta a recuperar el ritmo normal de los días y antes de que las luces se apaguen, llega con su magnetismo la  noche de Reyes. Como cada año, se encargará de cerrar un tiempo que ha sido de sentimientos, de vivencias para el recuerdo. A partir de mañana todo irá recuperando la normalidad de la vida, pero mientras tanto, como bien sabe su merced, aún resta esta noche de magia y  fantasía, noche de ilusión, noche de espera del presente que puedan dejar sus Majestades de Oriente. Son los niños, en especial, los que sueñan con esta noche, los que muy de temprano vanse a la cama presintiendo e imaginando el obsequio que encontrarán, tal vez en el lugar más insospechado de la casa. Muchos vanse con la zozobra de que aparezca el carbón, si es que su conciencia no anda demasiado tranquila por lo que fue su comportamiento durante el año. Pero a todos, grandes y pequeños, contagíanse por igual la ilusión y la ansiedad porque amanezca. Los pobres conformaremosnos con poco y hasta mucho nos parecerá lo poco, siendo felices sin más. Los ricos, por  contra, lo mucho parecerales poco, como siempre. Son así, don Diego, las paradojas de la vida.
Yo conformareme con mi simple Cestica de Reyes que, a buen seguro, me aguardará por algún rinconcillo. Y es que mientras mi abuela pueda, mi más preciado y ansiado regalo no faltará. Es cosa de los Reyes  Magos, no de mi abuela, bien sabe su merced. Pero,como de costumbre, antes de que la noche avanzara, juntado nos hemos la familia, como cada año, pegados al rescoldo de las ascuas, para cargar el alma del mayor de los regalos: la ilusión y el deseo de un año de paz y de bien. Sé que no siempre se consigue, pero es nuestro humilde ruego. Y antes de despedirnos, pues no debemos provocar el enfado de sus Majestades porque no nos hallen dormidos, rogado le he a mi abuela me contara   uno de los cuentecillos más  bellos de los que por aquí cuéntanse.  Accedido  a mi ruego, y…¡ quién sabe si nunca más volveré a oírselo relatar, don Diego! Ahora, como no puede ser menos,  cojo papel y lápiz y, sin más,  lo remito a vuesa merced. Sean estos mis Reyes para vos y verá cuán maravilloso es el cuento de GARBANCITO. Disfrútelo  y no deje de transcribirlo  a ese su fantástico libro de cuentos.
Su agradecido deudo

El Candil de la Fuentecica
                      
                                                    GARBANCITO

Hace ya mucho, mucho tiempo había un matrimonio muy mayor y vivían solos ya que no habían tenido hijos. Un día, estaba la mujer preparando la comida y oyó una vocecilla que procedía de la bolsa de los garbanzos. Asustada acudió de prisa y vio que entre los garbanzos había un niño pequeñín, pequeñín. Decidieron dejar que  viviera con ellos ya que siempre habían deseado tener un hijo y esta era la oportunidad. Le pusieron por nombre Garbancito, pues no era más grande que un garbanzo.
Pasó tiempo y Garbancito no crecía, pero sí era muy listo, muy valiente y muy servicial. Siempre quería hacer todo, todo lo que le mandaran y mucho más.
Estaba su madre preparando un día la comida para mandarla a su marido que estaba en la huerta. Echó la mujer mano al azafrán y no le quedaba. Entonces le dijo a Garbancito que fuera a la tienda a comprarlo. Él, muy contento, cogió el real que le dio la madre y salió corriendo a la vez que cantaba:
                    Larán, larín, larán,
                    A ver donde el pie ponéis
                    Larán, larín, larán,
                    Que a Garbancito no piséis.
Así que llegó a la tienda empezó a gritar:
-¡Eh, tendero, quiero un real de azafrán!
El tendero estaba desconcertado pues no sabía de donde venía la voz. Miró a un lado, miró a otro y nada ni a nadie veía. Pero Garbancito seguía diciendo:
-¡Tendero, que quiero un real de azafrán!
Por fin el tendero vio una moneda de real en el suelo y junto a ella, pero mucho más pequeño, había un niño. Así que el tendero salió de su asombro, le dio el real de azafrán. Cuando Garbancito regresó a su casa, le dijo su madre:
-Garbancito, ¿quieres ir a llevar el cestico de la comida a tu padre que está en el huerto?
-Claro que quiero, madre. Dámelo y yo se lo llevo
Y eso hicieron. Garbancito cogió el cesto, aunque éste era mucho más grande que él, pero como tenía mucha fuerza, se lo echó al hombro y se fue al huerto cantando:
                         Larán, larín, larán
                        A ver donde el pie ponéis
                        Larán, larín, larán,
                        Que a Garbancito  no piséis
Pero yendo por el camino, empezó a llover y a llover y no tuvo más remedio que resguardarse de la lluvia. Dejó el cesto en el camino y se metió debajo de una col. A todo esto pasó por allí un buey, le dio un bocado a la col y se la comió, y en la col iba Garbancito, que fue a parar a la panza del buey.
Como no volvía a casa, los padres se impacientaron y empezaron a buscarlo y buscarlo. Encontraron el cesto al lado del camino y lo llamaban a grandes voces:
-Garbancitooooooo, Garbancitooooooo, ¿dónde estás? Garbancitooooo, ¿dónde estás?
Y así una y otra vez. Garbancito los estaba oyendo y respondía desde el vientre del buey:
                          En la barriga del buey que se mueve
                          Donde nunca nieva ni llueve.
Poco a poco los padres empezaron a oír una voz muy lejana que repetía:
                          En la barriga del buey que se mueve
                          Donde nunca nieva ni llueve.
Se fueron acercando y oían que la voz salía de la barriga del buey, y dijo la mujer:
-¿Qué hacemos, marido?
-Pues,  ¿qué vamos a hacer, mujer? Echaremos mucha comida al buey y así saldrá Garbancito.
Y eso hicieron. Cogieron muchas hierbas, alfalfa,  panizo y de todo y se las fueron echando al buey hasta que éste hizo ¡¡¡¡Pum, pum, pum!!! Y salió todo y también Garbancito salió como un cohete, pero no le había pasado nada,  aunque eso sí,  iba lleno de alfalfa, de col y de hierbas. Se lo llevaron, lo lavaron bien y lo peinaron y los tres fueron felices y comieron perdices y a mí no me dieron porque no quisieron.

    GLOSARIO:

Estrechez: en este caso hace referencia a tener dificultades económicas.
Penuria económica: tener mala situación económica.
Holgura económica:  estar o tener buena situación económica.
Presente: regalo, obsequio
Noche de Reyes: es la  noche del 5 al 6 de enero. En España es una noche mágica para los niños, pues esperan los regalos que les traerán los Reyes magos durante la noche. Es la fiesta de los regalos navideños tanto para niños como para mayores.
Zozobra: inquietud, preocupación, desasosiego, ansiedad.
Paradoja:  contradicción, al menos aparente, entre dos cosas o ideas.
Cestita de Reyes: cesta pequeña con dulces y golosinas que se ponía a los niños la noche de Reyes.
Rescoldo:  brasa menuda resguardada por la ceniza en un fuego.
Aliviar:  disminuir, mitigar una enfermedad, una pena, una preocupación, una fatiga.
Huerta: terreno de regadío destinado al cultivo de legumbres, verduras y árboles rutales.
Garbanzo: legumbre de mucho uso en España  El garbanzo o chícharo (Cicer arietinum) es una leguminosa de la familia de las fabáceas.
Azafrán:  planta herbácea de la familia iridáceas, cuyos estigmas, de color anaranjado, se usa para condimento.
Real: moneda que era la cuarta parte de la peseta (moneda española anterior al euro)
Tienda:  establecimiento donde se venden al público artículos al pormenor.
Tendero: persona que vende en una tienda.
Cestito: cesto pequeño. Recipiente trenzado de mimbre, caña o esparto.
Col:  hortaliza crucífera con hojas radicales y muy anchas y de pencas gruesas.
Panza: barriga, vientre
Barriga: vientre, panza.
Buey:  toro castrado usado como animal de tiro
Vientre: barriga, panza.
Hierba:  cualquier planta con tallos delgados y tiernos que no desarrolla tejido leñoso y solo vive hasta florecer
Alfalfa:  planta herbácea de la familia de las leguminosas, de hasta 1 m de altura, con hojas alternas compuestas y flores en racimos axilares de color azul violáceo, que se cultiva para forraje o alimento del ganado
Panizo: maíz, mijo. planta anual, de la familia de las gramíneas, cuyo grano se emplea como alimento para aves y animales. También lo consumen las personas.
Cohete: tubo resistente cargado de pólvora que se eleva por combustión de su mecha y estalla en el aire.
  
   
           
    Izquierda: Reyes Magos  Derecha: cestillas de los Reyes Magos
   
  Izquierda: huerta                           Derecha: buey
             
     Izquierda: col                            Derecha: una moneda de real

viernes, 23 de diciembre de 2011

LOS DOS MÁRTIRES DEL AMOR


"La maldad no necesita razones, le basta con un pretexto."  (Johann W. Goethe)

A mi mentor y protector don Diego de la Caparrota. Así que leído he su carta  rogando que éste, su humilde servidor, le haga llegar en estas fechas de asueto y divertimento alguna de las historias o leyendas de las que disponga, de inmediato cogido he pluma y papel con la intención de dar cumplimiento a su petición.
Como su merced es conocedor de sobrado, en esta villa de Albox celébrase cada martes un mercado que, a fe mía, es el más grandioso en muchas leguas a la redonda. Bien de mañana reatas y reatas de bestias debidamente enjaezadas van llegando  desde los cuatro vientos y sus dueños aposéntanlas por la rambla o en alguna de las muchas cuadras que hay en la población.
Dígole que el mercado de estos MARTES NAVIDEÑOS tiene un especial duende. Quizás sea por los reencuentros de familiares y amigos, quizás por las nostalgias que despiertan tras haber dormido un tiempo los sueños y separaciones en el corazón, o quizás  porque así lo requieren las fechas, lo cierto es que las gentes andan como más alborozadas y alegres, como más dispuestas a regalar una sonrisa y, asegúrole, mi señor, que hasta  en comprando o vendiendo percíbese ese ambiente tan  de agradecer. Son días de euforias, de ansias por el disfrute y diversión con familia y amigos, y es necesidad el aligerar en la actividad para alargar el deleite que hállase en el sosiego o  en la parranda. Y, créame, hasta un gozo es el pasar por los puestos de mercancías y escuchar las palabras de deseo de bien que vendedores y compradores ofrécense entre sí. Y es que todo el mundo parece distinto, parece otro. Pero,..., entristéceme el pensar cuán dura la soledad, cuán tristes las ausencias en estos días para muchos humanos.
Bueno, pues volviendo al mercado, diréle que  en subiendo por la cuestecilla que llaman Puerta de Granada o antes,  hállanse mercancías de todo especie. Y no dígase ya en la rambla toda,  en la plaza del pueblo o en las calles que la limitan, destacando sobre todas la denominada Calle del Muro, pues el bullicio allí  es digno de ser puesto en el mejor de los documentos  
Encuéntrase casi de todo en estas calles, desde tiendas grandes a pequeñas y todo tipo de puestos callejeros, bien sean éstos de gallinas,  de conejos, afilaores, talabarteros, sombrereros, recoveros, verduleros, fruteros, retrateros, queseros, y no sabría decir cuantos más. Es también allí donde ubícanse los  ciegos  para pregonar sus historias, gozando siempre de una muy concurrida audiencia. Y  ahí fue donde ha tan sólo dos días,  al paso, oíle a uno de los tales ciegos una historia que aflige y conmueve, mi señor, y detúveme a adquirirla. No es ésta historia de divertimento, sino todo lo contrario, pues es una de esas  tantas historias de amor destrozado, anulado y muerto por la iniquidad de un ser sin alma ni conciencia. Léala, mi señor, y verá cuán cierto es lo que digo a vuesa merced. De seguro que ha de ser de su agrado y conmoverá su alma.
Su eternamente agradecido deudo

El Candil de la Fuentecica


               LOS DOS MÁRTIRES DEL AMOR

                     Les voy a explicar señores
                     un suceso de dolor
                     que tan sólo el referirlo
                     entristece el corazón.

                     En un pueblo de Castilla
                     según la letra declara
                     en una hermosa ciudad
                     "tubo" lugar esta infamia.

                     En una casita humilde
                     vivía una familia honrada
                     compuesta de una madre
                     y un hijo que la adoraba.

                     La madre era una anciana,
                     algo enferma se encontraba
                     y el hijo con gran afán
                     sin descanso trabajaba.

                    Para que a su pobre madre
                    nunca nada le faltara,
                    pues no tenía otro amor,
                    más que a su madre adorada.

                    Así fue pasando el tiempo
                    hasta que al fin conoció
                    a una encantadora joven
                    y de ella se  enamoró.

                    La joven con gran cariño
                    correspondió a aquel amor
                    y muy pronto de aquel joven
                    ciegamente se prendó.

                    Pero entre los dos amantes
                    una barrera se alzaba
                    él era un humilde obrero
                    y ella rica acaudalada.

                    Así pasaron los días,
                    pasaron varias semanas,
                    y estos dos enamorados
                    más ciegamente se amaban.

                    Pero un día el padre
                    de la joven se enteraba
                    que su hija con un pobre
                    en relaciones se hallaba.

                    Lleno de rabia y coraje
                    a su hija se acercó
                    y como una fiera humana
                    de esta manera le habló.

                     Cómo es que tienes valor
                     hija perversa y malvada
                     con un miserable obrero
                     en relaciones te hallas.
       
                     No ves que es un pobre
                     tú poderosa y rica
                     si no dejas a ese hombre
                     deshonrarás nuestra familia.

                      Si es que quieres ser casada
                      yo te buscaré un marido
                      que tiene muchas riquezas
                      y se casará contigo.

                      Las riquezas padre mio
                      para mí no valen nada
                      pues ellas tienen la culpa
                      de las mayores desgracias.

                      Yo en todo te obedezco
                      dijo la chica a su padre,
                      pero eso no me lo pidas
                      que me es imposible olvidarle.

                      Antes prefiero morir
                      que traicionar mi amor
                      pues aunque sea un pobre
                      es rico de corazón.

                      El padre muy enrabiado
                      en un cuarto la metió
                      y a la infeliz muchacha
                      cruelmente maltrató.

                      Y durante ocho días
                      permaneció encerrada
                      sin darle alimento alguno
                      para que de él se olvidara.

                      Al cumplir los ocho días
                      este padre sin entrañas
                      penetró en su habitación
                      en donde la chica estaba.

                      Y ya enferma de muerte
                       en un rincón se encontró
                       a la desgraciada joven
                       y de pronto así le habló.

                       Isabel, te estás muriendo
                       cómo eres tan desgraciada
                       maldito sea ese hombre
                       que te trae tarstornada.

                       Al oír esto la joven
                       de rodillas se postró
                       y con débiles palabras
                       de esta manera exclamó:

                       Hombre de mal corazón
                       padre de malas entrañas
                       por la ambición del dinero
                       me llevas a la desgracia.

                      Ya estoy fuera de este mundo
                       mi vida pronto se cacaba
                       y muero sin poder ver
                       al hombre que tanto amaba.

                       De su cuerpo casi muerto
                       un gran suspiro salió
                       y esta desgraciada mártir
                       su cuerpo a Dios entregó.

                       Al enterarse aquel joven
                       de la muerte de su amada
                       con mucha pena y dolor
                       amargamente lloraba.

                       Lleno de ira y coraje
                       un gran cuchillo cogió
                       y a casa de aquel malvado
                       muy pronto se dirigió.

                       Le dice, maldito padre
                       padre de mal corazón
                       que a tu hija has matado
                       sin tenerla compasión.

                       Pero te juro que ahora
                       su muerte vengaré yo
                       y sacando el gran cuchillo
                       le atraviesa el corazón.

                       Al ver que muerto quedaba
                       de aquella casa salió
                       resuelto sin vacilar
                       al cementerio marchó.

                       Y en la tumba de su amada
                       de rodillas se postró
                       y llorando como un niño
                       de esta manera exclamó:
 
                       Isabel del alma mía,
                       tu muerte ya he vengado
                       has muerto por mi amor
                       yo vengo a morir a tu lado.

                       Al momento del bolsillo
                       papel y lápiz sacó
                       y con mano temblorosa
                       unas líneas escribió.

                       Y con el mismo cuchillo
                       un fuerte golpe se daba
                      "callendo" muerto en la tumba
                       de aquella que tanto amaba.

                      Carta que escribió el joven a su madre

                       Adiós madre de mi alma
                       adiós madre de mi vida
                       tu hijo se va de este mundo
                       cuando más falta te hacía.

                       Ya sabes que por mi culpa
                       su vida sacrificó
                       la mujer que yo quería
                       con todo mi corazón.

                       Y sin ella en este mundo
                       me era imposible la vida
                       no llores ni tengas pena
                       adiós mi madre querida.

                                                             Autor desconocido. 
                                      
NOTA: he respetado el texto tal y como lo hallé. Los términos ortográficamente incorrectos aparecen entrecomillados y en cursiva, siendo también muchas las deficiencias en signos de puntuación, en especial, la falta de comas.

GLOSARIO:

Asueto: fiesta, vacaciones, festividad, descanso.
Reata: hilera de caballerías. En este caso, bestias de carga que se dirigían al mercado. Fue casi el único medio de locomoción hasta la década de los setenta
Enjaezada: poner los jaeces a las caballerías, o sea, prepararlas, adornarlas.
Cuadra: lugar donde se guardan los animales.
Rambla: cauce de considerable tamaño, pero que sólo lleva agua cuando llueve torrencialmente. Es propio en España en toda la franja mediterránea.
Parranda: fiesta, diversión. Grupo de personas que se divierten bailando y tocando.
Duende: geniecillo, espíritu. Espíritu travieso que se cree habita en algunas casa, produciendo en ellas alteraciones. En este caso se refiere a que tiene un espíritu diferente al de otros martes del año.
Iniquidad: ignominia, vileza, maldad. Injusticia grande.
Afilaor: es un apócope de "afilador", persona que se situaba con su herramienta de afilar objetos cortantes en el mercado. Éstos también iban por las calles y casa del campo tocando su flauta característica.
Talabartero: Persona que trabaja artesanalmente objetos de cuero o caucho.
Recovero: personas que compraban  huevos y aves domésticas para revenderlos.
Infamia: iniquida, ignominia, vileza. Acción muy mala.
Gran afán: anhelo, deseo enorme por hacer o conseguir algo. 
Prendarse ciegamente: perder el sentido en el amor. Enamorarse de forma ciega.
Acaudalada: muy rica. Persona de grandes caudales o riquezas.
Hallarse en ralación: en este caso hace referenia a mantener un vínculo amoroso.
Coraje: furia, valentía, decisión, ímpetu, rabia, cólera.
No tener entrañas: carecer  de sentimientos. Se  dice que alguien no tiene entrañas cuando carece de sentimientos para con los demás.
Rincón: esquina, recodo, ("corner" en el fútbol).
Vacilar: dudar, titubear, desconfiar.


       
          
           
    Arriba izquierda: camino del mercado  Arriba centro: afilador
                          Arriba derecha: mercado de Albox
   Abajo izquierda: recovero                   Abajo centro: retratero
                          Abajo derecha: rambla de Albox